La Guerra Fría, que durante décadas dividió el mundo en dos partes bélicas y ideológicas, convirtió los Juegos Olímpicos de Helsinki un eficiente escenario para las divergencias lideradas por los Estados Unidos y por la Unión Soviética. En abril de 1951, nació Comité Olímpico Soviético. En mayo, el nuevo organismo fue reconocido por el Comité Olímpico Internacional.
En Junio, fue anunciado que las olimpíadas del año siguiente seria en Helsinki, y que estarían compitiendo atletas de la antigua tierra de los czares. La prensa comenzó a especular que pasaría en la capital finlandesa. Todos sabían que iba a ocurrir una especia de Guerra Fría deportiva. El famoso presentador de televisión Ed Sullivan, de los Estados Unidos, declaró que en la Unión Soviética, había apenas dos opciones: o el deporte o la Sibéria.
Las dos potencias pasaron por una lucha titánica para conquistar, cada una el mayor número de medallas. Esto generó preparativos inesperados de ambas partes. En Moscú, el gobierno no apoyó financieramente a los atletas para el entrenamiento. En América, los famosos del cine, Bing Crosby y Bob Hope, lideraron una campaña para obtener US$ 850 mil para la preparación del equipo a la olimpíada.