Ser sede de los Juegos Olímpicos muchas veces no es tan importante para una ciudad como lo fue para Roma. No propiamente por las competiciones o por el creciente interés mundial por el deporte. Las razones tiene orígenes históricas. En la Antigüedad los griegos crearon los deportes. Los romanos cuando dominaron Grecia, transformaron la competición en un grotesco circo de barbaries. El emperador Teodosio para aliviar su conciencia, terminó con los juegos.
En 1960, después de 1.567 años, los romanos querían mostrar que eran capaces de realizar unas Olimpiadas exitosamente. En las semanas que antecedieron a la apertura oficial, Roma vivió una agitación sin precedentes. El número de visitantes superó la expectativa de los italianos, lo que causó problemas estructurales. Las calles de la capital italiana vivían congestionadas y en el medio de la confusión un periodista publicó: "Los italianos tardaron 2 mil años para organizar esta confusión". En el inicio, una multitud llenó la Plaza de San Pedro, en el Vaticano para ver al Papa Juan XXIII, que inauguró oficialmente los juegos.
En 1960, después de 1.567 años, los romanos querían mostrar que eran capaces de realizar unas Olimpiadas exitosamente. En las semanas que antecedieron a la apertura oficial, Roma vivió una agitación sin precedentes. El número de visitantes superó la expectativa de los italianos, lo que causó problemas estructurales. Las calles de la capital italiana vivían congestionadas y en el medio de la confusión un periodista publicó: "Los italianos tardaron 2 mil años para organizar esta confusión". En el inicio, una multitud llenó la Plaza de San Pedro, en el Vaticano para ver al Papa Juan XXIII, que inauguró oficialmente los juegos.