Un nuevo mito surgía para el mundo. El hombre más rápido del mundo aparecía ganando justamente al final del legendario norteamericano Carl Lewis. Ben Johnson rompió el récord mundial espantando al mundo de alegría. Una alegría efímera. Horas después, en el análisis del antidoping fue descubierto el uso de anabolizantes por el canadiense. El deportista abrió una crisis en el deporte mundial y todos los campeones quedaron sobre sospecha.
La elección de Seúl para ser sede de la Olimpíada fue en 1981. Desde entonces Corea del Norte reivindicaba como copatrocinador y alegaba que ambas formaban una única nación. Desde la Guerra de Corea (1950 a 1953), el país fue dividido quedando el sur capitalista y el norte comunista. La mitad comunista amenazaba en liderar un boicot de los países socialistas. El Comité Internacional reconoció a Corea del Sur como la única sede pero los atletas del norte boicotearon la competición.
En la apertura se presentaron grupos de bailarines de todos los países donde ocurrieron los Juegos Olímpicos. Las palomas blancas liberadas en la fiesta fueron importadas. La mascota llamada Hodori, representaba el tigre, un personaje que aparece frecuentemente en las leyendas coreanas como un amigo del hombre.